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martes, 16 de octubre de 2012

BUSCANDO A EIMISH

Hola a todos.

El otro día mi amigo el productor de cine me regaló una película que me hizo pensar y me gustó, sobre todo porque mi amigo me hizo una serie de preguntas para que yo las contestara. Su nombre, "Buscando a Eimish". Creo que merece la pena escribir un poco sobre la misma. Trata de una pareja que ella quiere un compromiso, él no está por la labor. Entonces ella se va, y no hay nada mejor que perder algo para valorarlo. Toda la película gira en torno a las averiguaciones que el novio va haciendo sobre la vida de la novia, Eimish.
Mi amigo el productor me hizo varias preguntas, entre ellas las siguientes:


¿Existe un tipo de mujer Eimish? Es decir, una mujer que quiera comprometerse, sensible... Mi respuesta es: Sin duda, existe. Yo creo que en el fondo somos así muchas mujeres -aunque cada vez menos-. Las hay que no, por supuesto, pero la sensibilidad, la necesidad de la maternidad, la necesidad de comprometernos y de que se quieran comprometer, el amor verdadero, el amor para siempre… Muchas pensamos así. Y cuando chocamos con el muro masculino de no compromiso, no profundizar, vivir el momento pero sin estar seguro de lo que podré aguantar…, Uf, nos duele. Claro que eso es cuando eres joven como Eimish... Cuando pasas la barrera de los cuarenta, las cosas se van relativizando y aprendes a vivir un poco al margen del muro masculino y a ver las cosas con una visión no tanto femenina y más "mixta", por decirlo de alguna manera. Menos mal que no tuve nunca una madre tan desgraciada como la de la pobre Eimish. Es una mujer -interpretada por Emma Suárez- vacía, superflua, hueca, que no sabe qué hacer con su hija y se la quita de encima. Y es muy triste pero completamente cierto, que cada vez son más las mujeres que no quieren comprometerse con su maternidad. No digo que sea lo único que podamos hacer las mujeres, faltaría más. Y tampoco digo que sea malo tomar como opción lo de no tener hijos. Allá cada uno. Pero lo que me parece triste es la falta de compromiso, y más en una mujer, que lo llevamos en nuestra naturaleza…

¿Es una película realista? Yo creo que la película es realista. Trata de las relaciones familiares, las relaciones de amistad, y la importancia de la familia para la estabilidad de los seres humanos.

¿Dónde están las mujeres Eimish?  Pues quizá son de cuarenta para arriba. Cada vez hay menos Eimish por desgracia. Cada vez es más generalizado la falta de compromiso, tanto en hombres como mujeres. Me resulta curioso que esa obsesión por la igualdad provoque que las mujeres hagamos lo que criticamos de los hombres...Ahora fumamos más las mujeres que los hombres, bebemos, en las relaciones de pareja no nos queremos comprometer... ¿Por qué no luchamos por conseguir lo contrario? 


Por último, y ya una opinión personal, la protagonista, Manuela Vellés, es guapísima. Él no es tan guapo, Oscar Jaenada, por muy famoso que sea…  Emma Suárez lo hace muy bien, el personaje cae fatal, quizá el que peor cae de toda la película. 

En fin, podría seguir desmenuzando la película pero no es plan de estropearla. Me gustó más de lo que me imaginaba. Me comentaron que era feminista y saqué las uñas. No me gusta el lenguaje excesivamente feminista, me pone de los nervios. Pero la realidad es que la película está bien, engancha, tiene toques poéticos con mucho estilo… En fin, está original. Por cierto, me pareció muy bonito que dedicara la película a sus padres. 

2 comentarios:

  1. Apreciados seguidores de este blog, soy Jaime, el amigo de nuestra Chiqui distribuidor de Eimish.
    Cuando quise compartir alguna idea sobre la película mi torpeza hizo que no siguiese el “protocolo” requerido para que apareciera publicada debidamente y nada, un día y otro día esperando un comentario y claro ¿un comentario a qué?, no había nada sobre lo que comentar porque mis líneas se habían perdido por el ciberespacio al más puro estilo patoso.
    En esos días andaba yo muy sensibilizado con el tema Eimish y pensaba que debía añadir algo a favor de la sensibilidad masculina y mostrar cierto inconformismo con el tópico de nuestra simpleza y falta de empatía. Incluso me permitía poner en duda la reconocida intuición femenina acusándola de ser más prejuicio que otra cosa. No lo pienso, era pura provocación. Ahora, a pocas horas del estreno en cine, descubro y comparto mi verdadero argumento.
    Buscando a Eimish tiene dos lecturas que curiosamente conducen a un mismo punto de encuentro que queda perfectamente desvelado y explicado al final de la película. No os lo cuento porque desde este viernes día 9 de noviembre podéis verlo vosotros mismos en el cine. En concreto en Murcia se pone en el cine Thader.
    Mucho os agradecería que fueseis a verla y que hagáis algo de publicidad pero no quiero dejar de deciros que a la lectura femenina de la película se añade, con descaro, un reto a muchos tópicos sobre la sensibilidad masculina.
    “Los hombres no sabéis lo que es amar” le abofetea Enma Suarez a Oscar Jaenada en un determinado momento y el pobre hombre resulta que está buscando desesperadamente a Eimish y descubriendo todo un mundo interior, toda una serie de verdades, que ni se esperaba. Y es que claro, si el amor fuese sólo sentimiento los hombres somos un tanto sosos por no decir un tanto neandertales, es decir, poco evolucionados. Afortunadamente el amor es inteligencia y hace posible descubrir el bien y es voluntad; podemos recorrer el mundo para encontrarlo. En esto nuestras capacidades, femeninas y masculinas, ya se igualan más y hace posible el encuentro y después el reconocimiento para llegar finalmente a la complementariedad, que de eso se trata; de completarnos, de ser más. Lo que pasa es que si no nos encontramos primero ¿cómo podemos recocernos y crecer?; imposible.
    La película es toda una declaración a favor del encuentro. Es un viaje largo que se inicia cuando alguien cae en la cuenta de que para salvar una gran distancia en el amor lo verdaderamente importante es recorrer un pequeño camino, una distancia maravillosamente corta. ¿Cuál?
    Que os guste. Jaime. www.buscandoaeimish.net

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  2. Muy buenas, amigo Jaime.
    Me gusta tu comentario. Estoy completamente de acuerdo en lo necesario que es la complementariedad. Es, realmente, lo que debe ser. Conforme me voy haciendo mayor me doy cuenta de esa necesidad. Un mundo muy femenino quedaría incompleto, al igual que un mundo muy masculino. Lo mixto es lo que realmente funciona. Todos debemos aprender de los demás, ergo las mujeres debemos aprender de los hombres, y los hombres debéis aprender de las mujeres. Y no hay otra, la vida es -y debe ser- así. Yo recomiendo la película, da juego a una buena tertulia...

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