CONSEJOS PARA AFRONTAR LA QUIMIO

Buenos días a todos.


El viernes pasado estuve hablando por teléfono con la hermana de una Kalvin nueva. Acababa de recibir su primera sesión, y como es normal, estaba como un flan, asustada por todo lo que le estaba pasando y lo que le podía pasar... Sus reacciones de miedo son completamente normales.


Pensando que a lo mejor puede ir bien mis consejos a los Kalvin actuales, voy a poner por escrito algunas cosas que pienso que son buenas para cualquiera que se pueda enfrentar a mi querido Alien. Vaya por delante algunas advertencias importantes:
1.- Yo no soy médico, soy abogado. Lo que yo aconsejo no tiene por qué ser la panacea. Simplemente lo cuento desde mi perspectiva y lo que a mí me iba fenomenal.
2.- El primer y gran consejo que hay que dar, y lo pondré en mayúscula y negrita, para que no haya duda es QUE HAY QUE ACUDIR AL ONCOLOGO Y HABLAR CON ÉL DE TODO LO QUE LE PASE AL PACIENTE, POR MUY PEQUEÑO O ABSURDO QUE PUEDA PARECER.


Dicho esto, paso a explicaros algunas cosas que yo hacía y que mejoraban las secuelas que te iba dejando el extraterrestre repugnante.


1.- Para el sueño: Alien no me dejaba dormir, era un ardor de estómago y un dolor de piernas, así como un dolor de cabeza tal, que ya tiene que ser el paciente una buena marmota como para dormir con esa tortura. A mí (insisto, a mí, que cada paciente es un mundo) me recetaron somníferos y me sentaban bastante bien. También es verdad que me dormía en los momentos más insospechados: a las 12 del mediodía, a las 7 de la tarde. Pero como no tenía nada mejor que hacer, aparte de escribir y disfrutar de mi familia, pues dormía cuando mi cuerpo no aguantaba más, y punto.


2.- Para el dolor de cabeza y de cuerpo: tomaba paracetamol y/o ibuprofeno, exactamente igual a cuando no tenía quimio y me dolía lo que fuera. Eso sí: UN BUEN PROTECTOR DE ESTOMAGO ES FUNDAMENTAL PARA SOPORTAR A ALIEN.


3.- Para el dolor y ardor de estómago. Aunque parezca increíble, me ponía morada a limonadas hechas en la Thermomix. En menos de 5 minutos te hace unas limonadas de "rechupetearse" los dedos. A mí me sentaba magníficamente. Hay otra gente que le sienta bien otras cosas, por ejemplo la coca-cola. Pero a mí, reitero, era la limonada, y si era espesota, mejor que mejor. A veces era un poco rollo estar haciendo todos los días limonada, sobre todo porque mis hijos, que no tenían a Alien dentro, se solidarizaban conmigo y se ponían las botas con las limonadas y a lo mejor había que hacer limonada 3 o 4 veces al día... una pesadez...


4.- De vez en cuando tenía subidas y bajadas de temperatura, y me sentía como desmayada. Cuando tenía calor empezaba a sudar como una loca, y si tenía frío tiritaba. No hace falta que os diga qué hacía con la ropa que llevaba o no llevaba si tenía frío o calor, pues es de cajón. Pero en cuanto a lo del desmayo sí que puedo decir que entonces comía, lo que fuera pero comía. Fundamentalmente me sentaba bien el pan tostado con aceite de oliva y jamón york o serrano (este último solía ser mi favorito), con lo cual, me ponía a comer aunque fueran las 3, 4 5 o cualquier hora de la madrugada. Luego ocurría una cosa propia de extraterrestres: a los 2 minutos de comer compulsivamente, me empezaba a arder el estómago y no podía seguir comiendo. Por eso iba comiendo poco a poco, así como 10 o 12 veces al día...


5.- Nunca vomité, aunque sí tuve angustias. Para eso tomaba Primperán. Y si tenía ardor de estómago tomaba Almax...


Bueno, ya no se me ocurren muchas cosas más que deciros. Sólamente me queda comentar que lo más importante de todo es echarle paciencia, aprovechar el momento para estar con tu familia, que te dejes querer por tus familiares y amigos, y aprovecha también para reflexionar lo que normalmente no reflexionamos, y por lo menos a mí me fue muy bien profundizar un poco más de lo normal sobre la trascendentalidad. Fue como un retiro espiritual de 7 meses, no está mal, ¿eh?


Ahí van los libros que disfruté durante este tiempo:
.- La biblia.
.- La libertad interior, de Jacques Phillipe.
.- Libertad vivida con la fuerza de la fe, de Jutta Burggraf.
.- La paz interior, de Jacques Phillipe.
.- Inteligencia emocional, de Daniel Goleman.


¡¡¡Hasta el próximo día!!!