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domingo, 12 de enero de 2014

PANDORA Y SU FAMOSA CAJA; LA ESPERANZA

Hoy he estado leyendo un correo muy interesante de un gran amigo internauta. Hablaba de lo importante que es la esperanza en el mundo. No es nada fácil tener esperanza en un mundo que se encuentra tan revuelto, tan repleto de odio. Parece que el odio, la venganza, la avaricia, la lujuria, la envidia, la soberbia…., prevalecen frente a todo lo bueno.

Sin embargo las cosas no son así. Me acuerdo de una de las figuras emblemáticas a las que admiro profundamente: IRENA SENDLER. Entre todo el mal del mundo hecho realidad en plena II Guerra Mundial, allá que se encontraba una mujer coraje, que su única aspiración en el mundo era ayudar a los demás. Es verdad que el mal hace mucho más ruido que el bien, pero también es verdad que una sola persona haciendo el bien, puede luchar contra el mal de manera prodigiosa.

Y leyendo, me ha parecido muy interesante seguir el hilo de lo que mi amigo internauta hablaba en su correo. Pandora llevaba su famosa caja repleta de todos los males del mundo. La Caja de Pandora contenía todos los males que harían sufrir al hombre, y junto con ellos, la esperanza aguardaba. Pandora abrió la caja y dejó escapar todos los males, pero capturó a la esperanza, que es el único consuelo que quedó para el hombre. Pues el mito tiene bastante de filosófico ¿No creéis? No podemos dejarnos vencer por la desesperación, ya que lo bueno termina siempre venciendo a lo malo. 

Un precioso ejemplo que tenemos actualmente es al Papa Francisco. Este Papa está revolucionando la Iglesia, marcando unos pasos geniales y una vuelta a sus orígenes. Cuando vemos todo el mal que hay en la Iglesia (que por desgracia hay, y mucho), nos entra una especie de desasosiego y decepción, que siempre puede vencerse por personas como el Papa Francisco, que llena el ambiente de humildad, alegría y ESPERANZA. Os transcribo una profunda reflexión del Pontífice, cargada de esta virtud teologal:


No llores por lo que perdiste, lucha por lo que te queda. 
No llores por lo que ha muerto, lucha por lo que ha nacido en ti. 
No llores por quien se ha marchado, lucha por quien está contigo.
No llores por quien te odia, lucha por quien te quiere. 
No llores por tu pasado, lucha por tu presente.
No llores por tu sufrimiento, lucha por tu felicidad.

Con las cosas que a uno le suceden vamos aprendiendo que nada es imposible de solucionar, sólo sigue adelante”.

Para terminar, y siguiendo el hilo del mensaje de mi amigo, os transcribo un interesante cuento. Creo que la vida sin Dios, es una vida triste, hueca y aburrida; necesitamos a Dios para encontrarle un sentido, y para sentirnos cargados de esperanza. ¿De qué nos sirve leer y leer pasajes de la Biblia, si no profundizamos de verdad en lo que leemos?


Al final de una cena, en un castillo inglés, un famoso actor de teatro, entretenía a los huéspedes recitando textos de Shakespeare. Luego se ofreció a que le hicieran peticiones.
Un sacerdote muy tímido preguntó al actor si conocía el Salmo 22.
El actor respondió: sí, lo conozco y estoy dispuesto a recitarlo sólo con una condición: que después también lo recite usted.
El sacerdote resintió un poco incómodo pero accedió a la propuesta.
El actor hizo una bellísima interpretación, con una dicción perfecta, de “el Señor es mi pastor, nada me falta…”. Los huéspedes aplaudieron vivamente.
Luego llegó el turno al sacerdote, que se levantó y recitó las mismas palabras del Salmo 22. Esta vez, cuando terminó, no hubo aplausos, sólo un profundo silencio y lágrimas en algún rostro.

El actor se mantuvo en silencio algunos instantes, luego se levantó y dijo: “Señoras y señores, espero que se hayan dado cuenta de lo que ha ocurrido esta noche. Yo conocía el Salmo, pero este hombre conoce  al pastor”.

martes, 8 de octubre de 2013

BIENVENIDOS A IRLANDA

Cualquiera podría pensar que he decidido "dar el carpetazo" al blog pero nada más lejos de la realidad. Es que estoy en Irlanda viviendo, y el traslado ha sido bastante complicado.

Llevo poco tiempo viviendo en Irlanda, -Cork concretamente-, y la verdad es que estoy encantada. Lo mejor de Irlanda, aparte -claro está-, de sus impresionantes paisajes, es la amabilidad de la gente. Es el lugar idóneo para aprender inglés. Además, los irlandeses tienen en cierto modo el carácter parecido a nosotros, los españoles, aunque creo que son más educados que nosotros. Lo de la educación no es por ofender ni echar piedras sobre mi propio tejado; es que realmente lo son: no verás salvo raras excepciones, una "caca" de perro por la calle, las calles están limpias, la gente conduce tranquila, se te acercan por la calle para echarte una mano si te ven agobiada. Y la cultura del pub no tiene parangón. Los amigos se reúnen siempre en el pub para tomarse las pintas de Guiness o Murphys, charlar con los amigos y, si llega el caso, escuchar la animada música irlandesa.

Hay muchísimos pelirrojos. Es muy divertido ver la cantidad de niños pequeños rubios o pelirrojos. Por cierto, hablando de niños, este país es bastante prolífico; puedes ver por la calle a padres y madres cargados de niños, resultando muy pintoresco. El otro día mis hijos decidieron subir las escaleras mecánicas pero por las escaleras que bajan -no por las que suben-. Yo me agobié un poco, pensando que a lo mejor alguien les llamaba la atención... Pues no!, no solamente no nos llamaron la atención, sino que además todo el mundo los miraba y se reían.

Lo que me hace mucha gracia de los irlandeses es que gritan tanto como nosotros. No es broma, no. Si vais a Suiza o a Alemania, es raro encontrarte a niños montando una pataleta por la calle;  allí ni siquiera los perros ladran... Sin embargo, en Irlanda veo niños tirados por el suelo gritando como locos... Los veo y me digo: "mira, como en España, igualito igualito".

Una de las cosas que me tiene muy impresionada es la afición a la música. Hoy he asistido a una ceremonia de inauguración a la Primera Comunión de mi hija pequeña. Si bien la entrada a la iglesia era un guirigay tipo español (padres y niños hablando como si estuvieran comprando verdura), en el momento en el que el sacerdote ha aparecido, todo el mundo se ha callado (niños incluidos, había hasta bebés), y 60 niñas han comenzado a cantar como si fueran una sola: afinadas, dulces, preciosas. En ese momento, en el que decían que "el Señor es mi Pastor, que atiende todas mis necesidades y que mis problemas desaparecen, etc", me han emocionado y se me ha olvidado lo del principio.

Respecto a la música, deciros también que el día 20 de octubre hay un concierto del Cork School of Music, en el que más de 100 niños van a tocar el violín. Estoy deseando verlo porque si de verdad consiguen que esa cantidad de criaturas consigan afinar sus instrumentos, LES PONGO MATRICULA DE HONOR.

Cambiando de tercio, alguna amiga está planteándose venir a Irlanda; me pidió algunos consejos, pero os advierto que éstos son para un plan como el mío, de venirse a vivir con toda la familia.

1.- Merece la pena traerse el coche. Sin prisa pero sin pausa, puedes atravesar España, Francia, llegando a varios puntos posibles donde sale un Ferry que te lleva hasta Cork o alrededores. No hay duda: traeros siempre el coche, y más cuando lo llevas repleto de niños. Otra alternativa es venir en avión y luego alquilar algo aquí, pero para los de economías normales, lo mejor es traérselo.

2.- Yo recomiendo no traer mucha ropa de verano. Aquí estamos ya de manga larga. Lo mejor es, pues, venir bien abrigados, de entretiempo y de puro invierno.

3.- En general, las cosas son sencillas de conseguir si tienes un mínimo de conocimientos de inglés. Aunque a veces te atascas un poco. Por ejemplo, para conseguir abrir una cuenta corriente es muy complicado. Cuando llegas allí te piden que les presentes alguna factura de servicios tipo luz, gas, etc, a tu nombre; y a la vez, las compañías de luz agua etc, te piden un número de cuenta corriente. Nosotros, después de ir desesperados de un lado a otro, al final la empresa de recogida de basura nos dejó pagar en metálico y por adelantado 3 meses, y asunto resuelto. Consejo: ir a la empresa de la basura. La alternativa es hablar con tu "landlord" o arrendador para que te pase los recibos a la cuenta española, pero no suele "colar" fácilmente.  

4.-En Irlanda parece que las telecomunicaciones no acaban de funcionar muy bien. A nosotros nos ha costado muchísimo tener acceso a internet. Parece que la línea tenía un grave problema y después de mes y medio luchando a brazo partido con la compañía, tuvimos que cambiarnos a otra compañía que te dan un modem móvil. 

5.- Lo más importante es tener a los niños lo mejor ubicados posible en cuanto a colegios se refiere. Es recomendable asesorarse bien sobre las mejores zonas para los colegios y sólo después buscas casa lo más cerca posible de los colegios. Aún así, yo estoy a 5 km de los colegios de los niños, por lo que me toca coger el coche a diario. 

6.- Algo importante para aprovechar el tiempo es ser conscientes de que aquí no se viene a descansar; se viene a aprender inglés. Concretamente en Cork la Universidad tiene unos cursos muy interesantes que te evalúan tu nivel de inglés y a partir de ahí empiezas a estudiar. Yo me he metido y estoy muy contenta, francamente. Hasta soy capaz de mantener una conversación por teléfono.

7.- En Irlanda se estila mucho organizar cafés para madres, todas las madres que pueden, quedan por la mañana a desayunar (una vez al mes más o menos). A todas esas reuniones hay que ir porque es la mejor manera de integrarte. Es difícil seguir el hilo de las conversaciones pero yo me he marcado el reto de conseguir entenderlas para cuando me vaya otra vez a España. Espero conseguirlo.

8.- En Irlanda se aprende a conducir sin estress. La gente es educadísima al volante. Vas por una calle estrecha y la gente se va dejando pasar unos a los otros... Es muy interesante ver funcionar a los coches. Y por las autovías no ves locos a velocidades sorprendentes. Todo el mundo va bastante tranquilo. A mí me han enseñado a pensar más en los demás que en mí misma. Son majos hasta para conducir. No tienen un gusto por la estética en sus propias ropas, pero eso va con su carácter: les importa bastante poco si las rayas y los rombos pegan o no, no necesitan saber eso para ser felices. 

En fin, nada más. Creo que es una experiencia única que todos en la vida nos deberíamos poder permitir. El país es precioso, la gente es muy amigable, el tiempo.... frío pero se compensa con la amabilidad de los irlandeses. Es una estupenda forma -y bastante económica- de mejorar el nivel de inglés de toda la familia.


miércoles, 19 de junio de 2013

FRASES DE FAMOSOS

Llevo varios días recopilando frases de famosos, de esas que hacen pensar un poco. Os voy a transcribir unas cuantas y os contaré lo que me sugieren.

1.- Gobernar significa corregir. Si tú das ejemplo con tu rectitud, ¿quién osará no ser corregido? (Confucio, 551-479 a.C).... 
Imagino que, como me pasa a mí, todos los que leéis esta profunda frase os entra esa especie de sentimiento contradictorio de rabia y de risa a la vez..., es decir, que veis los ejemplos que tenemos a nuestro alrededor y pensamos: "Madre mía, si nuestros gobernantes leyeron alguna vez en su vida esta frase, no les debió calar muy hondo". ¿Habrá algo más importante para ejercer la autoridad que el propio ejemplo? ¿Cómo vamos a educar a nuestros hijos si les prohibimos comprarse ropa porque hay que ahorrar, y a la vez nosotros nos vamos a una tienda y se nos va la cabeza comprando tonterías? Pues lo mismo ocurre a otros niveles, donde los que gobiernan nos piden/obligan a apretarnos el cinturón mientras ellos dilapidan el dinero público con cosas superfluas... ¿Cómo va a resultar creíble una política donde se recortan gastos de personal del Ente Público, pero jamás se "mete la tijera" en el propio sueldo y extras del que manda? Yo no acepto de buen grado que me corrijan y obliguen a pagar impuestos mientras ellos no dan ejemplo con su rectitud.

2.- El buen humor es la cualidad moral que más necesita el mundo para seguir viviendo con sentido. (Bertrand Russel, 1872-1970).
A lo mejor todos en este momento pensamos que tenemos sentido del humor, pero vamos a poner las cosas más difíciles todavía. Imaginemos por un momento que vamos conduciendo (AYYYY, esa máquina que desvela el bicho que todos llevamos dentro...), y un personaje un tanto incauto se despista mientras espera a que el semáforo se ponga verde... A los 3 segundos ya comienzan a oírse pitidos, unos más agresivos que otros, increpándole para que continúe la marcha. ¿Ahí tenemos sentido del humor? ¿Seguro? Me acuerdo cuando mis hijos eran pequeños, que cuando parábamos en un semáforo les gustaba ponerse a saludar a los que coincidían a nuestro lado. Cuanto más cara agria tenía el "vecino de semáforo", más les apetecía ponerse a saludar, por si la persona en cuestión cambiaba el gesto o no. La verdad es que te sorprendía la reacción de la gente en ocasiones. Tenía "su aquel" ese juego infantil.

3.- Muchas personas entrarán y saldrán de tu vida, pero sólo los verdaderos amigos dejarán huella en tu corazón. (Eleanor Roosevelt, 1884-1962). 
Esta frase me sugiere muchas cosas. Creo que hay personas que dejan cierta huella en ti aunque no las veas demasiado. De hecho, me vienen a la cabeza unas cuantas personas a las que considero verdaderos amigos y sin embargo no las he visto o tratado demasiado. Mis amigos de toda la vida son mis amigos de toda la vida, pero también hay amigos que no han sido desde mi infancia y sin embargo los considero verdaderos amigos. ¿Por que? Porque dejan huella. 

4.- La vida, para quienes tienen oídos para oír, es una sinfonía, pero es rarísimo el ser humano que escucha la música. (Anthony de Mello, 1931-1987).
No hay más ciego que el que no quiere ver, así como que no hay más sordo que el que no quiere oír. Muchas veces ocurren cosas en nuestra vida que no comprendemos, pues no somos capaces de escuchar el significado de la música. Quizá somos unos impacientes queriendo llegar al final de la obra maestra antes de tiempo. Imagino que las grandes personas, como por ejemplo los Santos, fueron unos expertos en escuchar la música, no sólo de oírla (ya sabemos que no es lo mismo oír que escuchar).
Una reflexión que me hago muchas veces cuando oigo música -sobre todo coral- es que el ser humano es capaz de pelearse continuamente con sus semejantes, pero cuando se unen para un canto coral, la unión se vuelve perfecta y hace que la condición de ser humano se eleve por encima de lo terrenal (sí, sí, ya sé que esta reflexión es factible cuando la unión es perfecta -y a ella me refiero-, no cuando en un coro de 100 personas cada uno va por su lado; en ese caso, la condición de ser humano puede llegar hasta lo más profundo del infierno...).

5.- La libertad no es simplemente un privilegio que se otorga, es un hábito que ha de adquirirse (David Lloyd George, 1863-1945).
¡Ay!, la libertad, ese preciado tesoro que todos queremos, pero realmente no sabemos en qué consiste. Yo lo podría resumir en palabras de Viktor Frankl, que decía algo así como que el ser humano está condicionado por sus circunstancias, pero siempre tendrá la LIBERTAD de elegir su actitud al afrontar las adversidades. 

6.- El ser humano sólo es hombre cuando está unido a Dios. (Alfred Delp, jesuita alemán ejecutado en la II Guerra Mundial, nombrado Justo entre las Naciones (1907-1945).
Esta frase es la que he elegido para terminar. Me encanta. No concibo la humanidad más perfecta sin Dios. Supongo que para el que no sea creyente como yo, me puede dar alguna explicación a esto pero desde luego estoy convencida que la vida adquiere un sentido profundo cuando nos unimos a Él. Y si no, que se lo pregunten a las personas que han sufrido algún acontecimiento terrible como este alemán que murió en un campo de exterminio. 

lunes, 20 de mayo de 2013

NI CHISMES NI COMPARACIONES


Hace un par de días leí un artículo interesante sobre una actitud muy humana pero bastante despreciable: el chismorreo. En definitiva, es inmiscuirse y curiosear en la vida de los otros. Y nos podríamos preguntar: " y a mí, ¿qué me importa lo que hagan los demás?". Hay dos maneras de inmiscuirse en la vida de los demás: En primer lugar, la "comparación", el "compararse con los demás". Cuando existe esta comparación, terminamos en la amargura y hasta en la envidia, y la envidia es capaz de arruinarnos, haciéndonos mucho daño. La segunda forma son los chismesEl chismorreo es una forma de maltratar a los demás, inmiscuirse en la vida del otro, ridiculizarlo y tratar de evidenciar cosas que pueden tergiversarse y desvirtuarse de tal manera que se acaba disminuyendo al otro, que además no está delante para defenderse. La verdad es que nos resulta agradable contar chismes de los demás... No sé por qué, pero sienta bien. Dice el Papa Francisco que chismorrear de los demás es como un caramelo de miel, ¿verdad? Te comes uno -¡Ah, qué bien! -Y luego otra, otra, otra, y al final tienes dolor de estómago. ¿Y por qué? El chisme es así: es dulce al principio y luego te arruina, ¡te arruina el alma! Los chismes son destructivos... Es un poco como el espíritu de Caín: matar al hermano, con su lengua; ¡matar a su hermano! 

Pero ¿cómo se presenta el chisme? Normalmente, hacemos tres cosas: 
Desinformamos: decir solo la mitad que nos conviene y no la otra mitad; la otra mitad no la decimos porque no es conveniente para nosotros. 
En segundo lugar está la difamación: Cuando una persona realmente tiene un defecto, y ha errado, entonces contarlo, "hacer de periodista"... ¡Y la fama de esta persona está arruinada! 

Y la tercera es la calumnia: decir cosas que no son ciertas. 

En fin, yo os he resumido lo que he leído, es francamente interesante las cosas que dice el Papa Francisco, os recomiendo que lo leáis porque es muy certero y claro. El Papa nos anima a que hagamos un examen de conciencia y tratemos de evitar en nosotros mismos y en los demás, esta actitud tan despreciable -y tan humana, por desgracia- que es el cotilleo. Ya lo he dicho en algún momento pero lo repetiré: el chismorreo es propio de desocupados.

jueves, 9 de mayo de 2013

HABLAR DE USTED... O NO HABLAR DE USTED

Esta mañana he puesto gasolina en el coche, y cuando he entrado a pagar, el cajero, muy amable él, me ha dicho: "¿QuiereS el recibo?" a lo que yo le he contestado: "Es USTED muy amable, gracias". Su respuesta ha sido algo así como "Nada, mujer, ya sabeS que ....". Es decir, que no ha pillado la indirecta de lo del USTED. Me ha sentado bastante mal.

Yo creo que el hecho de hablar de usted a las personas no significa que te tengas que sentir humillado ni nada por el estilo. Creo que hablar de usted es una forma de respeto hacia tu receptor, ya sea por ser alguna autoridad, o ser alguien que no conoces, y ya ni contar que sea alguna persona de edad avanzada. A mí me parece bien que al profesor se le hable de usted, ya que no es el "colega" de turno que se pone al mismo nivel del alumno. El profesor debe mantener las distancias, cordial pero sin perder la autoridad, y hablar de usted es una manera estupenda de marcar esa distancia.

De todos modos, y sin ánimo de hacer una disertación filosófica sobre el uso o no uso de la palabra USTED, me gustaría autoanalizarme respecto a esta problemática. Me explico.

Cuando yo era "más joven" de lo que soy ahora, me costaba hablar de usted a gente que podía ver más joven que yo, o de mi misma edad. Con los años he cambiado, pero voy a hacer una especie de fases que creo que a mucha gente le pasa igual:

- Desde que tienes uso de razón hasta la juventud: nadie te habla de usted, y si te habla de usted te sientes muy raro. Incluso a tí te cuesta hablar de usted a una madre o un padre de un amigo porque te da vergüenza que te digan: no me hables de usted, que soy muy joven. ERES UNA CRIATURA.
- La segunda fase ocurre cuando un día entras en un ascensor, y la cosa cambia porque te aparece un chavalillo de 14 años y te pregunta, a tí, tan jovenzuela (unos 20 años máximo): ¿A qué piso va? Y entonces tú te preguntas: ¿por qué me habla de usted el monigote éste? ¿qué se habrá creído? Pero si soy casi de su edad. ¿Me habrá creído más mayor que él?... ERES JOVEN.
- La tercera fase ocurre cuando ese mismo acontecimiento de la fase anterior te vuelve a ocurrir y entonces te gusta. Piensas, a eso de las treinta y tantos: "bueno, bueno, ya infundo algo de respeto, no está mal". Pero a la vez, si te llaman de tú tampoco te molestas porque en el fondo halaga tus oídos pues te piensas, infeliz de tí, que estás en plena juventud. ERES ADULTO/A.
- La cuarta fase es cuando vuelve a ocurrirte algo similar al paso dos y tres, pero al revés, es decir, que te dicen: "¿A qué piso vas?" y tienes ante tí a un pringadillo de 14-16 años que va de sobrado por la vida. Y entonces tú piensas: ¿Pero será maleducado el niñato este? En este punto, y sólo en este punto, es cuando te das cuenta de la más cruda realidad: TE HAS HECHO MAYOR. 
- Una quinta fase es cuando, ya te hablen de tú, ya te hablen de usted, te fastidia. Es más, te fastidia todo. En este punto llega otra -la peor- de las más crudas realidades:  TE HAS HECHO VIEJO/A. Y la verdad es que te da igual todo porque estás de mala baba todo el santo día. 

A partir de ahora, podéis analizaros todos: ¿en qué fase estás? Yo en la cuarta (os remito a la anécdota de la gasolinera que he contado). Si alguno está en la quinta, ¡ojo!, pues solamente se le puede perdonar si tiene más de 90 años, si está por debajo de esta edad, ES QUE ES UN VIEJO PREMATURO.
Un abrazo a todos.

martes, 9 de abril de 2013

SE FUERON LOS MEJORES

Hace un tiempo, cuando leía la obra de Victor Frankl "El Hombre en busca de sentido", me emocionó profundamente leer uno de sus pensamientos. Cuando evocaba a sus compañeros de campo de concentración que perecieron, dijo que sin duda se habían ido los mejores.
Hoy quiero decir lo mismo de las personas que a lo largo de mi mundo canceroso he conocido y nos han dejado. El viernes de Dolores murió Mariló, una chica de 38 años, de cáncer de mama. La conocí un día, cuando con esa cara de buena persona, se me acercó y me pidió que le firmara el libro. Yo me quedé encantada con ella. Llevaba su pañuelito en la cabeza, y tiraba del carrito con su bebé dentro. Pero Dios no ha querido que siga aquí, se la ha llevado. 
Leí una vez un razonamiento que me gustó. Dios se lleva a las flores que están lo suficientemente maduras para ser cortadas del jardín. Me gusta porque eso quiere decir que yo todavía estoy muy verde, y tengo muchas cosas por hacer todavía... 
Hace unos días murió Carmen, una mujer simpática y vivaracha como ninguna. La conocí hace muchos años, cuando nuestros hijos eran pequeños. Luego le perdí la pista pero hete aquí que me la encontré en una sesión de quimio. Tenía unas ganas de vivir que no os podéis imaginar, pero claro, todos tenemos un fin en este mundo, y a ella le llegó hace poco. Os cuento una anécdota graciosa de Carmen. Tenemos dos amigas comunes que son un par de polvorillas. Un día decidieron que eran un par de desastres en el inglés y se metieron en un curso de inglés en una academia. Pues Carmen se apuntó también y, después de la quimio, allá que se iba a recibir sus clases de inglés. El profesor era nativo y creo que terminó de las tres hasta las narices.
Por último, hace unos días murió un bebé, hijo de unos amigos. Ella es otro ejemplo de mujer coraje. Ante la opción de acabar cuanto antes con el embarazo, o la opción de dejarle vivir, ella eligió la segunda. Y puede estar convencida de que hizo lo que tenía que hacer. Quiso darle la oportunidad de dejarle vivir, y el niño murió cuando tenía que morir. 
Para terminar, os comento una cosa. Me preguntaban hace poco sobre la fe, por qué creo. No es cuestión de explicar esto en dos palabras porque es más complicado, pero a modo de resumen, creo que Dios sería muy pequeño y muy simple si cupiera en mi cabeza, así es que de manera relativa, con las limitaciones propias de mi condición de ser humano, os digo que para mi creer en Dios hace que mi vida cobre sentido. ¿Y si te has equivocado?, me dijeron. Bueno, pues si me he equivocado, por lo menos tengo que decir que mi religión, en la que yo creo, te hace ser mejor persona. No que yo sea buena persona, sino que te hace ser mejor persona. Y eso es algo tan probado que el que no lo reconozca es porque no quiere reconocerlo. Y no hay más ciego que el que no quiere ver.

lunes, 4 de marzo de 2013

LA RENUNCIA DE BENEDICTO XVI

El día 28 de febrero de 2013 fue un día señalado. Todos sabemos por qué. Después de varios siglos sin que ocurriera, ha ocurrido: el Papa ha renunciado a su puesto...
No es normal encontrar a una persona hoy en día que renuncie a su cargo, pero claro, Benedicto XVI tiene una altura moral que ya quisieran muchos llegarle a la suela de los zapatos.
Este Papa es humilde, es inteligente, es culto y ahora..., es mayor. Está cansado, yo creo que entre muchas cosas, de aguantar el día a día.
Cuando mi hija pequeña era un bebé tuve la inmensa suerte de asistir a un acontecimiento histórico: pude ir a ver al Papa. Entre una multitud de gente que lo aclamaba, pedí a las personas que tenía delante que me la acercaran al Santo Padre. De mano en mano fue avanzando mi bebé hasta llegar al pasillo por donde pasaba Benedicto XVI; y una vez bendecida y besada en la frente por el Papa, mi niña volvió a mis brazos. Fue un acontecimiento inolvidable para mí. Tengo una foto, que prueba que es verdad lo que estoy contando. Ahí va:


Hace unos días me llegó un correo precioso. Me gustaría saber quién ha sido la persona que ha escrito esto, pues le pediría permiso para publicar su carta aquí; pero estoy segura de que no le va a importar que lo haga. Así es que, haciendo mías las palabras de esta persona, escribo este pequeño homenaje a mi querido Papa Benedicto XVI.


El Papa renunció. Así amanecerán un sin fin de periódicos mañana, así amaneció el día para la mayoría, así de rápido perdieron la fe unos cuantos y otros muchos la reforzaron. Y que renunciara, es de esas cosas, que no se entienden.... 

Por eso hoy cuando amanecí con la noticia, yo, al igual que millones de seres humanos..nos preguntamos ¿porqué? ¿Porqué renuncia señor Ratzinger? ¿Le entró el miedo? ¿Se lo comió la edad? ¿Perdió la fe? ¿La ganó? Y hoy, después de 12 horas, creo que encontré la respuesta: El señor Ratzinger, ha renunciado toda su vida.
Así de sencillo.
El Papa renunció a una vida normal. Renunció a tener una esposa. Renunció a tener hijos. Renunció a ganar un sueldo. Renunció a la mediocridad. Renunció a las horas de sueño, por las horas de estudio. Renunció a ser un cura más, pero también renunció a ser un cura especial. Renunció a llenar su cabeza de Mozart, para llenarla de teología. Renunció a llorar en los brazos de sus padres. Renunció a teniendo 85 años, estar jubilado, disfrutando a sus nietos en la comodidad de su hogar y el calor de una fogata. Renunció a disfrutar su país. Renunció a tomarse días libres. Renunció a su vanidad. Renunció a defenderse contra los que lo atacaban. Vaya, me queda claro, que el Papa es una persona apegada a la renuncia.
Y hoy, me lo vuelve a demostrar. Un Papa que renuncia a su pontificado cuando sabe que la Iglesia no está en sus manos, sino en la de algo o alguien mayor, me parece un Papa sabio. Nadie es más grande que la Iglesia. Ni el Papa, ni sus sacerdotes, ni sus laicos, ni los casos de pederastia, ni los casos de misericordia. Nadie es más que ella. Pero ser Papa a estas alturas del mundo, es un acto de heroísmo (de esos que se hacen a diario en mi país y nadie nota). Recuerdo sin duda, las historias del primer Papa. Un tal..Pedro. ¿Cómo murió? Si, en una cruz, crucificado igual que a su maestro, pero de cabeza. 

Hoy en día, Ratzinger se despide igual. Crucificado por los medios de comunicación, crucificado por la opinión pública y crucificado por sus mismos hermanos católicos. Crucificado a la sombra de alguien más carismático. Crucificado en la humildad, esa que duele tanto entender. Es un mártir contemporáneo, de esos a los que se les pueden inventar historias, a esos de los que se les puede calumniar, a esos de los que se les puede acusar, y no responde. Y cuando responde, lo único que hace es pedir perdón. ‘Pido perdón por mis defectos’. Ni más, ni menos.... Vivo en un mundo donde la hipocresía alimenta las almas de todos nosotros. Donde podemos juzgar a un tipo de 85 años que quiere lo mejor para la Institución que representa, pero le damos con todo porque “¿con qué derecho renuncia?”. Claro, porque en el mundo NADIE renuncia a nada. 
Pues ahora sé Señor Ratzinger, que vivo en un mundo que lo va a extrañar. En un mundo que no leyó sus libros, ni sus encíclicas, pero que en 50 años recordará cómo, con un simple gesto de humildad, un hombre fue Papa, y cuando vio que había algo mejor en el horizonte, decidió apartarse por amor a su Iglesia. Va a morir tranquilo señor Ratzinger. Sin homenajes pomposos sin un cuerpo exhibido en San Pedro, sin miles llorándole, aguardando a que la luz de su cuarto sea apagada. Va a morir, como vivió aún siendo Papa: humilde.
Benedicto XVI, muchas gracias por renunciar.

viernes, 15 de febrero de 2013

SABOR AGRIDULCE

Hace unos días se cumplieron 15 años de mi maternidad. Hace 15 años que fui madre por primera vez y cada vez que llega esa fecha me siento muy feliz.

Feliz por la familia que he formado, por los cuatro regalos de hijos que Dios me ha dado. Ese día, hace 15 años, fui consciente del verdadero milagro de la vida. Un ser humano no puede ser exclusivamente el resultado de una relación sexual, es más, no puede ser sólo un resultado de una relación sexual entre dos personas que se quieren y han decidido vivir juntos para siempre.

Un ser humano tiene una trascendencia. Y este pequeño detalle de la trascendencia es la que nos olvidamos si no estamos un tanto pendientes. A veces nos creemos que los hijos los tenemos por un trabajo enorme por nuestra parte y que nos los merecemos. Y no subimos un escalón más y vemos que los hijos son un regalo, una donación que se nos hace, y que nuestros, nuestros, lo que se dice nuestros, no son. Tienen, como nosotros, fecha de caducidad. Y el que Manda, es el que establece esa fecha de caducidad.

Todos estos buenos pensamientos se me han turbado y el sabor dulce se ha convertido rápidamente en agridulce, porque por mucho que me haga la idea de que ya estoy curada, siempre viene algún banco cariñoso o alguna compañía de seguros para recordarme que estoy estigmatizada para el resto de mi vida. Si, es cierto. Soy una EX CANCEROSA. Pero joroba tener que estar dando explicaciones a cada banco que viene y va por mi empresa, se ofrecen a proporcionarte ayuda para que tu negocio siga creciendo, pero..., y ahí está la madre del cordero, tienes que hacerte un seguro de vida. Y para los bancos y las compañías de seguros, mi vida ya no vale nada... Eso quiere decir que tengo que estar dando explicaciones continuamente sobre esa marca que llevo para siempre de que pasé por quimioterapia en el año 2011.

Total, que entre unas cosas y otras, esa felicidad de saberme madre me la ha estropeado los dichos bancos. Cuando oigo los anuncios publicitarios en los que se oye que ayudan a crecer tu empresa, patatín, patatán, .... si no fuera tan patético sería para reírse a carcajadas. "Tu banco cercano", "tu banco amigo...", en fin, déjame que me siente para poder soportar el ataque de risa que me acaba de dar.

Así es que, amigos todos, el cáncer no está superado socialmente. Por mucho que te digan que estás curada, que tienes muchos años por delante, etc..., siempre me quedará esa marca para el resto de mi vida. Soy consciente de ello, lo que ocurre es que cuando te lo restriegan por la cara fastidia... y mucho...

jueves, 7 de febrero de 2013

ESPAÑA Y LA MUSICA

¿Qué pasa en España con la música? Es una pregunta que no paro de hacerme.
No tenemos que ser todos Mozart pero, ¡caramba!, un poco de cultura musical. Hay personas que están absolutamente convencidas que la música te tiene que gustar y tienes que tener el oído ya preparado desde que naces, y que si no tienes ese don innato, estás muerto, musicalmente hablando.

Yo creo que no es exactamente así. No hace falta cantar como un ruiseñor para que te gusten las cuatro Estaciones de Vivaldi, ni tampoco hace falta que sepas tocar el violín para que te guste el concierto para Violín de Tchaikovsky (hablando de este maravilloso concierto, os recomiendo que veáis la película "El CONCIERTO", no os defraudará).

He tenido la suerte de viajar un poco por otros países, y la cultura musical es muy diferente de aquí. En Alemania o Suiza es bastante habitual que la gente sea capaz de tocar un instrumento, o por ejemplo, siempre hay un coro de cuatro voces en muchas iglesias; en Rusia entras en un restaurante más o menos de élite y te encuentras a un Cuarteto tocando música en directo. Es, en definitiva, una costumbre arraigada en la sociedad. Aquí en España, sin embargo, es muy complicado un ambiente así. 

¿Es que en Centro Europa tienen más oído que nosotros? ¿Es que son más listos que nosotros? En mi opinión NO. Yo creo que hay listos y hay tontos en muchas partes del mundo. El problema está en las tradiciones sociales y familiares y, sobre todo, en el sistema educativo. Como en todo, si no te acercas a la disciplina, poco aprenderás por ciencia infusa.

Este problema lo podríamos trasladar a los idiomas. ¿Por qué en Dinamarca, por poner un ejemplo, son prácticamente todos bilingües? Un danés me lo decía en una ocasión: porque son seis millones de daneses en el mundo. Con su idioma no van a ningún lado y para abrirse al mundo es preferible que empiecen ellos a aprender otro idioma en vez de exigir a los demás que sepan el danés. No hay nada mejor para aprender que tener una buena motivación. Es más, tienen una doble motivación: mantener vivo su idioma y abrirse al mundo.

Algo así ocurre también con la fe. Yo creo que es un don que se nos ha dado, pero como no tratemos de ejercitarlo se nos marchita. Es verdad que podemos esperar que Dios nos ilumine, y claro, como eso de iluminarnos no es como el que pone una bombilla de repuesto, hay que mezclarlo con la libertad humana, que es un misterio bastante increíble. Tenemos la opción de rechazar o aceptar la fe. Somos libres.