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martes, 5 de junio de 2012

EL PRIMER MINUTO DEL DIA

Buen día a todos.


Es curioso el furor que causó mi entrada de ayer. Me alegro mucho porque la película se lo merece de verdad. A ver si la véis porque es muy buena.


Hoy me ha ocurrido una cosa muy graciosa que paso a contaros. Me he encontrado a una señora muy divertida -un poco mayor que yo, algo así como 25 años-, que me ha explicado que ella trata todos los días de hacer un sacrificio que aparentemente es sencillo pero realmente no lo es tanto. Consiste en levantarse diariamente dentro del primer minuto después de que suene su despertador.


"¡¡¡Caray!!!" me he dicho, "qué difícil. Una cosa es no costarme madrugar, pero lo de levantarme al minuto... uffff, qué complicado".


Ella asegura que cuando se es joven es fácil hacerlo -yo no lo veo tan claro como ella, francamente-, pero cuando uno va cumpliendo años, la cosa se va complicando. Tanto, que ella asegura que se tiene que levantar "A PLAZOS": primero van las piernas, luego el cuerpo y al final, muy descolgada, la cabeza. Si lo hace de golpe puede marearse. Es más, a los que van cumpliendo edad se les aconseja hacerlo así... Entonces es francamente imposible cumplir eso de levantarse al primer minuto.


Yo me he partido de risa, como podéis imaginar. Y si bien no tengo la edad de esta mujer, os aseguro que en mi época de quimio era absolutamente incapaz de levantarme, ni piernas, ni cuerpo, ni brazos, ni cabeza ni "ná de ná". Con lo cual, por otros motivos -no por la edad- he comprendido perfectamente lo que esta mujer me ha explicado. Eso sin olvidar la época de crianza, que cuando no era uno, era otro el que me obligaba a levantarme... y cuando llegaba el momento de levantarse para ir a trabajar, el cuerpo, la mente, todo mi ser... era incapaz de sacrificarse más de lo que ya lo había hecho esa noche.


Estoy segura que eso de levantarse al primer minuto es algo loable y deseable -lo intentaré-, siempre que se consiga seguro que es una gran satisfacción y una forma muy buena de comenzar el día... Ahora bien, no me veo a prácticamente ningún mortal haciendo ese sacrificio tan brutal. No obstante, ya os digo que como creo que es incluso bueno para la salud mental, trataré de hacerlo y os animo a que lo hagáis.


Yo últimamente hago una cosa por las mañanas que, si bien no es tanto esfuerzo como ese primer minuto del día, no está mal tampoco; y es hacer entre 35 y 40 minutos de bici. Pues aunque pueda parecer una barbaridad, os aseguro que me sienta estupendamente. La lucha diaria es mucho más llevadera cuando se hace un poco de ejercicio por la mañana, bien tempranito, con el fresquito mañanero murciano. No es que trate de hacerme la deportista con este comentario...; el trasfondo de todo es que os deis cuenta de que la quimio se supera. Cuando la estás pasando crees morir, que no vas a llegar al final, pero fijaos cómo son las cosas, dentro de cinco días se cumplirá un año del calvario particular al que estuve sometida el segundo semestre del año 2011.


Y hablando del fresquito murciano, también me decía esta señora que los murcianos tendríamos que estar más cerca de la Vida Eterna que otros por tener que soportar el calor de esta tierra. Murcia es muy bonita, pero solamente tiene un inconveniente muy grande: EL CALOR QUE HACE TAN HORRIBLE DURANTE TRES O CUATRO MESES AL AÑO.


Bueno, ahí os dejo esta entrada, ánimo con el primer minuto del día.


Saludos

5 comentarios:

  1. Pues yo lo veo imposible. Con niños pequeños es lo que me faltaba....
    Un saludo
    Ana

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  2. Mujer, imposible, imposible, seguro que no es, lo que pasa es que cuesta bastante.
    Saludos

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  3. Que me dices de esos que se despiertan un minuto antes de que suene el despertador como vigilándolo para ver si suena o le hace la faena de no sonar y llegar tarde al trabajo, que también los hay.

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  4. Bueno Marga. Yo todo lo que escribí en esta entrada se refería a lo que entra dentro de la más pura normalidad. Lo que tú y yo conocemos -esos que sólo viven por y para el trabajo, como si lo fueran a heredar-..., eso NO ES NORMAL.
    BESOS

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  5. Quizá a estos habría que decirles que el "sacrificio" lo hicieran quedándose un día disfrutando de lo pequeño de la vida, esto es, cuidar de sus hijos, hablar con ellos (no hace falta cambiarles un pañal). Si son capaces de estar algo más de un minuto con ellos, a lo mejor podemos poner los dos sacrificios al mismo nivel.
    :-D

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