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viernes, 18 de mayo de 2012

BUENOS CONSEJOS

HOLA A TODOS.


Estoy repasando muchos de los correos que recibí en su momento y que no puse en el libro. Ahora paso a compartirlos.


En la primera sesión de quimio decidimos que, ya que era verano, y como no sabíamos cómo iba a reaccionar ante el tratamiento, lo mejor era que los niños se fueran a la playa con sus tíos durante seis o siete días. Lo pasaron fatal y yo también. Lo escribía por correo electrónico. Mi querido primo Pablo, creyendo que separaba a mis hijos de mí durante todo el tratamiento (o sea, 4 o 5 meses), escribió estas líneas, que si bien partía de una idea errónea, creo que puede hacer pensar a los que tengan tentaciones de separarse de sus hijos en algún momento. Ahí os dejo con la reflexión de Pablo:


"Me estás recordando una charla que recibimos hace poco en las colonias de nuestra parroquia. El sacerdote que la dio decía, en torno a los niños acogidos / adoptados, que los niños pueden entender perfectamente que se les muera un padre, una madre, o incluso los dos, y mucho más aún los tíos, abuelos, etc., porque la muerte es parte natural del ciclo de la vida y son capaces de asumirlo siempre que se les explique con naturalidad y tengan alguien a su lado para acompañarles. Pero lo que no son capaces de superar con normalidad es la separación voluntaria de los padres. Más aún, decía que es un terrible error no llevar a los niños a los entierros de su gente querida, porque eso les impedía decirles el adiós debido que ellos también querrían.

Decía que del padre muerto se mantiene la figura de referencia "idealizada" y siempre está el recuerdo imborrable de lo que fue, porque además el cónyuge restante habla de él a los hijos con el mayor cariño y siempre de forma positiva. Sin embargo, en las separaciones siempre hay una pérdida de esos sentimientos positivos, cuando no también inquinas, odios o rencores que trastornan la percepción de los hijos hacia los padres.

No sé... Entiendo tus motivos y tus dificultades para seguir el ritmo diario de la casa, etc., pero creo que el daño emocional de la ausencia puede ser traumático para las dos partes, mucho más que el poder verte débil o sin pelo. Por mucho que hables con ellos por teléfono, me parece que eso contribuye más a echarte de menos y a aumentar la sensación de "anormalidad" de la situación... Que aunque ciertamente no es normal, ¿no habrá que tratar de normalizarla al máximo? Se me ocurre que las dos partes saldríais ganando de un mayor contacto físico, dentro de la prudencia que te marquen médicamente..."

2 comentarios:

  1. Hola, ¿cuanto tiempo llevas con el blog?, es que he empezado a leerlo pero no lo tengo claro. ¡Da igual!
    Yo solo quiero participar en tu blog, porque yo tambien tengo uno y cuando me hacen algún comentario me gusta.
    No se cuanto tiempo estás enferma, pero lo que tengo seguro es que lo llevas con una gran entereza. Seguro que tendrás tus días malos, pero quien no.

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    1. Hola, Carmen. YA NO ESTOY ENFERMAAAA!!!! Estoy recuperándome del trago. Si quieres saber un poco más, visita la web de Bubok, www.bubok.es, y busca MARIPOSAS EN LA SANGRE. En él cuento la experiencia.
      De todos modos, te puedo decir que va a hacer dentro de poco un año que me lo diagnosticaron, y acabé con todo el tratamiento en diciembre de 2011.
      Saludos cordiales.

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